lunes, 9 de abril de 2012

A veces es demasiado tarde.

Martes. Día 24 de Octubre.
09:20 (Suena el teléfono)

-Hola..., soy yo. Quería saber de ti. Hacía años que no hablábamos.
-¡¿Hola?! Han pasado 6 años, y solo sabes decirme hola, me parece perfecto.
-Pronto voy a ir a buscarte. Espérame.
-¡No quiero que vengas a buscarme! Y tampoco voy a esperarte mas.
-Escúchame por favor, no me cuelgues. En cuanto pueda iré a verte. Lo prometo.
-¡He dicho que no quiero que vengas! Déjame vivir de una vez. Me hiciste mucho daño.
-Soy una chica nueva,créeme. He vuelto porque quiero volver contigo. Quiero entregarte lo que nunca pude.
Dame otra oportunidad por favor.
-No soy tan tonta como para caer otra vez en tus redes. Nada hará cambiar de opinión. Adiós.

( Se acabó. Ya la perdí. Ya me olvidó. Ya no quiere saber nada de mi. Lucho por algo que no tiene sentido. Pero la amo.. la amo tanto, no puedo dejar de pensar en ella. Y ella no lo sabe. Mañana iré a buscarla. No perderé nada por volver a intentarlo. )

08:00 (Suena la alarma del móvil)

Es mi día. Tengo que ir a buscarla. Espero que salga bien.

10:30.

(Ya he llegado. Espero que esté en casa. )

-Hola. Dije que vendría a buscarte. Y aquí me tienes. Como siempre.
-Dije que no vinieras. Pero tu como siempre haces lo que te da la gana, ¿verdad?
-Lo que yo digo, lo hago y lo sabes. ¿Puedo pasar?
-Está bien. Pasa. Vigila. Acabo de pasar la fregona y está mojado.
-De acuerdo. Gracias.
-Y bueno, ¿a que has venido?
-A buscarte.
-¿A buscarme? ¿Para qué?
-He intentado localizarte todos estos años. Y por fin te encontré.
-No mientas. Me dijiste que me escribirías y jamás lo hiciste.
-Te escribí. Te mandé una carta cada mes. Pero tu no me respondiste y pensé que ya me habías olvidado.
-Hace tiempo que dejé de amarte. Lo siento.
-Tus labios no dicen lo mismo que me dicen tus ojos. Me miras con la misma mirada.
-Eso es mentira. Serán cosas tuyas.
-Aquí la única que miente eres tú. ¿Porque siempre eres tan orgullosa?
-No soy orgullosa. Soy realista. Acepta la realidad. ¡Ya te olvidé!
-Está bien. Pues entonces me iré. Tranquila. No volveré a molestarte.
-¡Venga! ¿A que esperas para dejarme otra vez? Ya estoy acostumbrada a que me dejes.
-He venido hasta aquí para verte. ¿Te parece que solo vengo para dejarte otra vez?
-Ya me da igual.
-De acuerdo. Si te da igual entonces me iré. Pero recuerda algo.
-¿El qué?
-Prometí amarte siempre.
-¿Y que importa eso ahora? La palabras se las lleva el viento.
-Importa mas de lo que crees. Nací para amarte. Y cuando muera, mi último suspiro será por ti.
-Que pena que yo no pueda decir lo mismo.
-Me da igual que dejes de amarme. Me conformaré con recordarte. Y ahora, me voy.
-¡Vete!
-Me voy. Pero recuerda. Te amaré en tus noches mas tristes. Seré tu abrigo en tus noches mas frías.
-Pues muy bien. Pásalo bien amándome.
-Adiós. Te quiero.
-Adiós.. -Yo también. (Susurró con voz baja)

Volveré. Siempre vuelvo.

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